espectacular, espectacular, espectacular

No puedo dejar de pensar en la increíble experiencia que tuve. Despertar con esos amaneceres junto al océano y disfrutar de un desayuno exquisito fue mágico. Además, el spa, con su piscina cubierta y hammam, fue el lugar perfecto para relajarme después de explorar.

Lo recomiendo encarecidamente ❤️😊

desayuno excepcional junto al mar

vista espectacular, habitación espaciosa

cuarto de baño pequeño

El edificio es espectacular y la habitación muy cómoda. El desayuno con vistas al mar, mientras amanecía, fue un momento inolvidable. El spa, aunque pequeño, estaba bien equipado y disfruté mucho de la piscina cubierta.

Excelentes vistas al océano, servicios de spa de calidad, zonas comunes elegantes – un lugar encantador.

Desayuno con vistas al océano

El Hotel Du Palais es una joya arquitectónica. Despertar con el murmullo de las olas y disfrutar de un desayuno exquisito en su hermoso comedor es inigualable. El personal es muy amable, especialmente Emma, quien nos ayudó con reservas. Además, la piscina exterior tiene las mejores tumbonas que he probado.

Sin embargo, el aparcamiento a 30 euros me pareció excesivo y el desayuno, aunque excelente, carecía de una variedad más amplia de quesos franceses. Las habitaciones, aunque espaciosas, podrían usar un poco más de atención en la decoración.

perfecto para explorar la ciudad y sus alrededores

estuve un par de días disfrutando de la cercanía del hotel con la playa y varios lugares emblemáticos como la rocher de la vierge, a solo unos minutos a pie, lo cual hizo mis paseos por la ciudad mucho más agradables y cómodos.

Sin florituras, solo lo importante

El hotel es impresionante y su ubicación, inmejorable. Sin embargo, la atención del personal no siempre fue la adecuada y la calidad de la comida no cumplió las expectativas. Las instalaciones necesitan mantenimiento urgente, especialmente en el spa y la piscina. Para un hotel de lujo, se espera más.

El desayuno es lujoso con vistas al océano.

El aparcamiento cobrado a 30 euros me pareció excesivo, sobre todo considerando la categoría del hotel. Además, eché de menos más variedad de quesos franceses en el desayuno, ya que solo había tres tipos. Por otro lado, las instalaciones del spa eran buenas, pero esperaba una mayor oferta en los circuitos de agua.

La decoración del Hotel Du Palais Biarritz es simplemente impresionante, con elegantes suelos de mármol y chandeliers que crean un ambiente cálido y acogedor. Sus amplias áreas comunes son un deleite y perfectas para disfrutar. La vista del océano es simplemente encantadora.

Opciones de aparcamiento más razonables serían ideales.

No te pierdas el café en la confitería del hotel, es un verdadero deleite después de un recorrido por la impresionante arquitectura del lugar.

El Hôtel du Palais es un lugar impresionante, tanto por su arquitectura como por su historia. Me alojé en una King Room y la cama era muy cómoda, ideal para descansar. El cuarto de baño, aunque un poco justo, cumplió su función. Disfruté mucho del desayuno en el comedor junto a la ventana, donde la vista del amanecer y las grandes olas llegaban a la playa crearon un momento súper especial. La oferta caliente del desayuno fue excelente, pero eché de menos más variedad de quesos franceses, especialmente considerando la fama de Francia en este aspecto. La atención del personal fue muy buena, siempre dispuesto a ayudar. Sin embargo, el coste de 30 euros por el aparcamiento me pareció excesivo y debería estar incluido en el precio de la habitación. El Spa tiene buenas instalaciones, aunque esperaba más opciones en los circuitos de agua. En general, fue una experiencia favorable y definitivamente quiero volver, pero con algunas mejoras en los detalles.

El edificio es espectacular con su arquitectura impresionante. las vistas al océano desde el comedor son simplemente inolvidables. El personal fue muy atento y siempre dispuesto a ayudar. El spa ofrece una buena variedad de tratamientos, aunque me hubiera gustado más circuitos de agua.

Todo fue perfecto.

La estancia en el hotel fue muy positiva. La arquitectura histórica combina con las comodidades modernas, haciendo que cada rincón sea especial. Especialmente disfruté del restaurante junto a la piscina, donde el ambiente es relajante. El personal de recepción mostró gran atención al ayudarme con mis necesidades de trabajo y el centro de negocios cumplió perfectamente su función, facilitando el acceso a internet y espacio para mis reuniones.

El acceso a las habitaciones podría ser antes de las 15 horas.

La experiencia fue increíble, especialmente disfrutando del desayuno mientras veía las olas romper contra la playa a través de la gran ventana. El spa cuenta con una piscina cubierta y un hammam que son perfectos para relajarse después de un día de turismo. Solo eché de menos una mayor variedad de quesos en el desayuno, pero eso no arruinó mi tiempo aquí. 😊